Mi respuesta es que ante lo obvio, la reacción humana más común es buscar razones para ello, porque las cosas tienen que estar bien. Tienen que tener una razón. No nos gusta que las cosas apesten.
Así que cuando descubres que te están estafando todos los días de tu vida, tu reacción es “Tiene que haber una razón lógica que explique perfectamente por qué es así. Al fin y al cabo, el mundo es justo, los gobiernos trabajan en nuestro beneficio y si lo hacen así, deben tener una muy buena razón para ello”.
Lo siento, pero no es el caso. Tienes los hechos. Sólo que no los estás viendo.
La economía, como materia, es la gestión adecuada de los recursos y la producción. Ahora, olvídate de las teorías extravagantes, de las tonterías elaboradas sobre acciones y bonos y divisas y presta atención a la situación real.
En nuestro planeta, la mayoría de la gente gana 2.000 dólares al año. Un porcentaje muy importante de la población mundial no dispone de agua limpia. Es cierto que el 90% de la riqueza mundial se concentra en las manos del 10% más rico. Un ingeniero chino gana una fracción de lo que gana un ingeniero con la misma cualificación en Estados Unidos. La mayoría de la gente, incluso en los países ricos, tiene un valor neto negativo. Tienen hipotecas que duran un tercio de su vida, deudas de tarjetas de crédito, préstamos… hagan el balance. La mayoría de la gente está arruinada.
¿Le parece que esto es el resultado lógico de un sistema económico justo y equilibrado?
¿Le parece que esto es una casualidad?
La teoría dominante es “Simplemente ha ocurrido, no es culpa de nadie y nadie lo ha diseñado así y pensar lo contrario es muy malo porque te convierte en un teórico de la conspiración, y los teóricos de la conspiración están locos. Tú no estás loco, ¿verdad?”
Mira los hechos que ya están en tu poder. No ocurrió así como así.
El sistema está amañado. Cuando un traje que teclea unos números en un ordenador puede ganar más dinero en 5 minutos que un tipo medio en 100 vidas de trabajo honesto y productivo, no tienes un sistema económico justo, tienes una máquina de estafa.
Cuando miras un sistema tan roto como el que tenemos, no deberías preguntarte “¿qué hace que este sistema sea correcto?” Lo que deberías preguntarte es más bien “¿Por qué está roto? ¿A quién beneficia? ¿Por qué el Congreso entregó su política monetaria a la Reserva Federal (un grupo de individuos no elegidos y que no rinden cuentas, con fuertes vínculos en la industria bancaria) y ni siquiera se molesta en realizar auditorías para saber cómo se gestiona realmente su dinero?
Esta brillante película, Money as debt, señala una serie de escandalosos fallos en nuestro sistema económico. Ahora, puedes soñar con las razones por las que el sistema debería ser como es y por qué es un sistema aceptable. O puedes mirar el hecho y darte cuenta de que NO HAY JUSTIFICACIÓN para un sistema económico que funciona tan mal como lo hace.
Volvamos a lo básico. Se supone que el dinero representa la producción. Está en todos los libros de texto básicos sobre el tema de la economía. Entonces, ¿en qué debe basarse la creación de dinero? ¿En la deuda? No. ¿En el oro? No. ¿Impreso al azar por el gobierno cuando le apetezca? No (aunque esto podría ser mejor que las dos sugerencias anteriores)
Se supone que el dinero representa la producción. Indexa el dinero en la producción y tendrás un sistema sólido. ¿Por qué no se hace así? ¿Por qué **piensas que es así?